Una biopsia de hígado es un procedimiento para extraer una pequeña muestra de tejido hepático, de tal manera que se pueda examinar en un microscopio en busca de signos de lesión o de enfermedad. El proveedor de atención médica puede recomendar una biopsia de hígado si los análisis de sangre o los estudios por imágenes indican que tal vez tengas un problema hepático. La biopsia de hígado también se utiliza para determinar el estado de la enfermedad hepática de una persona. Esta información ayuda a guiar las decisiones del tratamiento.

El tipo más común de biopsia de hígado se denomina biopsia de hígado percutánea. Incluye la inserción de una aguja delgada a través del vientre que llega hasta el hígado para extraer una pequeña muestra de tejido. Otro tipo de biopsia de hígado consiste en utilizar una vena del cuello. Este tipo se denomina biopsia transyugular. Otro tipo de biopsia consiste en introducir instrumentos a través de una pequeña incisión abdominal. Es el llamado método laparoscópico.

Existen distintas técnicas:

Biopsia hepática percutánea a ciegas. Es la técnica más habitual. Tras realizar una ecografía abdominal para identificar el hígado y descartar la existencia de lesiones intrahepáticas que contraindiquen esta técnica (lesiones vasculares, etc.), se realiza la punción.

Biopsia hepática bajo control radiológico. En esta técnica la punción se realiza bajo control continuo radiológico (principalmente de ecografía) que guía la aguja en el momento de la punción. Esta técnica permite dirigir la biopsia y tiene su principal indicación cuando se intenta puncionar una lesión intrahepática, cuando el tamaño del hígado es menor de lo habitual o cuando existen zonas intrahepáticas que no deben puncionarse (hemangiomas, vesícula intrahepática, interposición intestinal, etc.).

Biopsia hepática por laparoscopia. Permite, a diferencia de las técnicas anteriores, visualizar directamente el hígado y realizar un control hemostático directo en caso de hemorragia.

Biopsia hepática por vía transyugular. Es posible acceder al hígado a través de la vena yugular. Tras introducir un catéter por este acceso venoso, se alcanza la vena hepática derecha, que puede ser puncionada para obtener una muestra de tejido hepático. Aunque la rentabilidad de esta técnica es menor, se considera apropiada cuando la coagulación está alterada y, por tanto, existe un riesgo elevado de hemorragia.

¿Por qué hacen los médicos una biopsia del hígado?

Los médicos usan la biopsia del hígado para;

  • Diagnosticar enfermedades hepáticas cuando no pueden confirmar un diagnóstico con análisis de sangre o pruebas de diagnóstico por la imagen
  • Determinar cuán grave es la lesión o enfermedad hepática
  • Ayudar a determinar el mejor tratamiento para la lesión o enfermedad hepática
  • Determinar si el tratamiento para la enfermedad hepática está funcionando

La biopsia ayuda a diagnosticar numerosas enfermedades hepáticas. Puede indicarse para completar el estudio de un hallazgo analítico que traduzca un problema hepático. Será la biopsia hepática la que determinará si la causa de esta alteración es un proceso toxicológico, infeccioso, tumoral, congénito o autoinmune. El procedimiento es de especial interés para evaluar la etapa de la enfermedad hepática. Esto es especialmente importante en los casos de infección crónica por el virus de la hepatitis C y en la hepatopatía alcohólica.

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